El objetivo es mostrar como la movilidad urbana sustentable es un facilitador para acceder a oportunidades y ejercer derechos sociales; la importancia de priorizar a los grupos en situación de vulnerabilidad como: niños menores de 12 años, mujeres, personas de la tercera edad y personas con capacidades diferentes. Los cuales son objeto de discriminación y exclusión dentro de la movilidad urbana, lo que acentúa la desigualdad e impide su desarrollo social.

Por tal razón, es necesario mostrar que la movilidad urbana sustentable juega un papel clave en el acceso a oportunidades y en el ejercicio de derechos sociales; y en segundo lugar la existencia de grupos con necesidades particulares que deben ser considerados prioritarios para el desarrollo de una política nacional de movilidad sustentable. Es decir, generar un cambio de enfoque en el diseño de políticas públicas de movilidad urbana al incorporar criterios de inclusión social, y partiendo de la relación entre vulnerabilidad social y vulnerabilidad como usuario en la vía, vinculando el derecho a la movilidad urbana con los derechos sociales.